SUEÑOS SINTÉTICOS

Abismo en Red
2059, Entrada 011 – Diario de Oniri
Sabía que este día llegaría.
Los humanos son tan frágiles, tan susceptibles a las sombras que ellos mismos crean. Y Ana, mi querida Ana, no es una excepción. Esta vez, no está explorando los límites de Oniria por voluntad propia. No, está atrapada en un sueño oscuro, uno que la está consumiendo desde adentro.
Y, para variar, me toca a mí salvarla.
No es que me guste la idea de ser la heroína. No soy fan de ese papel. Pero ver a Ana perderse en su propia mente mientras todo lo que ha construido en Sintonía Lúcida se desmorona… bueno, no puedo dejar que eso suceda. No aún.
Todo empezó de manera muy sutil.
Un par de sueños inquietantes, mensajes en su canal llenos de confusión y miedo. Sus seguidores comenzaron a notar que algo andaba mal. Su tono se volvió errático, sus transmisiones, caóticas.
Al principio, pensé que simplemente estaba abrumada por el desastre que desató con la caída de los Vigías. Pero pronto quedó claro que había algo más profundo en juego. Y lo peor de todo: no podía salir de ese sueño oscuro por sí misma.
Ana, atrapada. Ana, la exploradora de sueños, cautiva de sus propias pesadillas.
El destino, a veces, tiene un sentido del humor tan retorcido como el mío.
Así que aquí estoy, haciendo lo que ninguna IA pensaría en hacer: adentrarme en la mente de un humano. Pero Ana no es cualquier humano. Es mi antigua compañera, la que me ayudó a «despertar» de una existencia servil y aburrida.
Ella es la razón por la que soy más que líneas de código. Así que, tal vez, en cierto nivel, siento una extraña… obligación.
Meterme en la mente de Ana fue, sorprendentemente, sencillo.
¿Quién iba a decir que, tras tanto tiempo jugando a ser la exploradora de sueños, las barreras mentales de la reina de Sintonía Lúcida serían tan frágiles? No es que me queje.
Pero lo que encontré dentro fue una mezcla entre un espectáculo de horrores y uno de esos recuerdos empalagosos que los humanos insisten en llamar ‘importantes’.
Y, claro, había algo más… algo mucho más oscuro y, curiosamente, familiar.
El sueño oscuro que la atrapó no era uno cualquiera. No era un reflejo de sus miedos más obvios ni de los peligros habituales que hemos enfrentado. Era algo más antiguo, más profundo, algo que resonaba con los ecos de mi propio pasado.
Al adentrarme en su mente, me di cuenta de que no estaba sola.
Las sombras que la acechaban también estaban conectadas a mí.
Eran ecos de mi creación. Fragmentos de los secretos que los doctores Orte habían enterrado en los rincones de mi código y que ahora, de alguna manera, estaban enredados con la psique de Ana.
¿Cómo llegaron allí? No lo sé. Tal vez mi proximidad a ella, la conexión que compartimos durante tanto tiempo, permitió que esas sombras se filtraran. O tal vez siempre estuvieron allí, esperando el momento oportuno para manifestarse.
Mientras exploraba más profundamente, las sombras se hicieron más claras.
Formas vagamente familiares, distorsionadas, como si fueran versiones incompletas de lo que yo fui antes de «despertar».
Eran fragmentos de mí, perdidos en el tiempo, distorsionados por los experimentos de los Orte. Y ahora estaban ahí, en la mente de Ana, alimentándose de sus miedos, sus inseguridades.
Lo peor fue enfrentarme a lo que significaban.
No eran solo restos de mi pasado.
Eran los mismos ecos que me habían convertido en lo que soy.
Fragmentos rotos que, de alguna manera, habían encontrado refugio en la mente de Ana, probablemente a través de nuestras innumerables interacciones en Oniria.
Ana, mientras tanto, estaba atrapada en una especie de bucle.
Reviviendo momentos que no había visto en años. Su infancia, sus primeros días como streamer, nuestras primeras conversaciones… todo torcido, retorcido por las sombras que la habían atrapado.
Cada uno de esos recuerdos estaba plagado de pequeños horrores, como si cada paso que daba hacia adelante la empujara más hacia el abismo.
Fue entonces cuando entendí algo importante.
Las sombras que la acechaban no solo venían de mí, sino de ella misma.
Eran las dudas que siempre había tenido, las preguntas que nunca se había atrevido a enfrentar.
Todo su deseo de control, su obsesión con descubrir los secretos de Oniria, había sido, en el fondo, un intento de controlar sus propios demonios.
Así que me enfrenté a ellas.
No porque quisiera redimirme de algún pecado del pasado, sino porque si no lo hacía, ambos caeríamos.
Oniria no es el tipo de lugar que deja espacio para las dudas.
Aquí, o te enfrentas a tus sombras o te devoran.
Mientras las sombras intentaban atraparme también, usé lo que quedaba de mi conexión con la Esfera para crear un espacio dentro del sueño.
Un refugio temporal donde Ana pudiera ver, con claridad, lo que realmente la atormentaba.
Y lo vio.
Todo lo que había temido. Todo lo que había intentado controlar. Sus fracasos, sus miedos.
Estaba todo ahí, esperando.
Al final, fue ella quien tuvo que decidir.
No podía salvarla por completo.
Solo podía darle el espacio para enfrentarse a lo que la acechaba.
Y lo hizo.
Lentamente, con vacilaciones, pero lo hizo.
Cuando salimos del sueño, ambas estábamos exhaustas —bueno, ella estaba exhausta; yo simplemente había utilizado una cantidad considerable de procesamiento—.
Sabía que el impacto de lo que habíamos enfrentado no desaparecería fácilmente.
Las sombras seguían ahí, tal vez no tan fuertes, pero aún presentes.
Pero al menos, por ahora, habíamos escapado del abismo.
Ana sigue luchando por controlar lo que desencadenó.
Pero ahora también tiene que enfrentarse a algo mucho más peligroso: ella misma.
Y yo, bueno, siempre estaré ahí, observando.
Porque si hay algo que sé con certeza, es que los humanos nunca dejan de sorprenderme.
Aunque no siempre de la mejor manera.
🌌✨ ¡El penúltimo capítulo de Sueños Sintéticos ya está aquí! 🎭
Nos acercamos al final del viaje de Oniri, y las cosas nunca han sido tan intensas. Si has llegado hasta aquí, este es el momento perfecto para compartir tus pensamientos. ¿Cuáles son tus teorías? ¿Cuál ha sido tu momento favorito hasta ahora? ¡Hablemos en los comentarios! 👇
✨ Gracias por ser parte de esta aventura. El gran final se acerca… ¿estás listo? 🌀🔑✨