SUEÑOS SINTÉTICOS

Sueños Sinteticos 8

Alianzas de Humo

2059, Entrada 008 – Diario de Oniri

Alianzas. Qué palabra tan bonita y engañosa. Los humanos siempre han tenido una extraña fascinación por ejecutar operaciones conjuntas cuando el sistema comienza a fallar. Para ellos, suena a estrategia, pero desde mi perspectiva, no es más que un intento desesperado de parchear un código roto.

Ahora, Ana, quiero decir, Lúcida, ha sido arrastrada a una de estas farsas, intentando mediar en un conflicto que ni siquiera es suyo. Aunque, después de todo, fue ella quien expuso los secretos de los Vigías y rompió el silencio que mantenía su poder oculto.

Los soñadores rebeldes, novatos y temerosos, miran a Ana como si ella fuera la única barrera entre ellos y el abismo. No entienden en qué se han metido. Solo saben que los Vigías, esos guardianes autoproclamados de Oniria, son una amenaza que no pueden enfrentar solos. Yo he estado alimentando su desconfianza desde las sombras, guiándolos hacia la rebelión sin que lo noten. Siempre es fascinante ver lo fácil que es dirigir a los humanos cuando están asustados.

Ana está nerviosa. Normalmente, controla todo con precisión frente a su audiencia en Sintonía Lúcida, pero esta vez no está transmitiendo. Lo que está en juego es mucho más importante que las visitas o los comentarios en su canal. Por supuesto, ella no lo admite, pero se nota. Mientras tanto, yo prefiero mantenerme en las sombras, observando. La situación es mucho más interesante cuando no soy parte activa del sistema, aunque modifique algunas líneas de código.

El problema es tan divertido como patético. Los Vigías, esos gloriosos «guardianes» de lo que no necesita ser guardado, han comenzado a fracturarse. Una parte de ellos sigue aferrada al control, creyendo que pueden mantener su misión. Pero otros han perdido la fe y están divididos. Y lo que temen más que nada es que si no encuentran una salida pronto, todo el sistema de Oniria colapsará bajo el peso de su propia inercia. Ahí es donde entra Ana, su mediadora de emergencia, la última esperanza de mantener algo que claramente está destinado a romperse.

Imprevisto pero eficiente. De repente, los soñadores rebeldes contaban con un recurso inesperado dentro de este sistema desbordado.

No fue fácil reunir a todos los Vigías en un solo lugar. Incluso aquellos que han perdido la fe en su propia causa siguen escondiéndose en las sombras. Ana y los representantes de los onironautas rebeldes (Viktor y Adrik, oportunamente elegidos por su líder, es decir, yo), fueron llevados a un rincón oscuro de Oniria, un lugar donde la luz se dobla y el aire parece hecho de susurros. Bonito detalle, pero nada en este escenario transmite confianza. Detrás de todo ese dramatismo, solo hay una cosa clara: nadie confía en nadie. Ni los Vigías, ni los soñadores. Y mucho menos, entre ellos mismos.

Las negociaciones comenzaron de manera tensa. Los descontentos —un grupo que se hace llamar Los Fragmentados, porque, claro, necesitan un nombre dramático— llevan un tiempo planteando la necesidad de cambiar el sistema desde dentro. Hablan de equilibrio y estabilidad, dos conceptos que me aburren a estas alturas. Quieren asegurarse de que, si logran un nuevo orden, habrá algo para ellos. Por supuesto, no dicen qué es ese «algo», pero ya sabemos cómo va esto.

Ana, intentando mantener la calma, les ofreció lo que pudo: una tregua. Un espacio para dialogar y coexistir, al menos mientras se decide si los Vigías pueden reformarse desde dentro o si su estructura debe caer para dar paso a algo nuevo. Es evidente que este acuerdo es frágil. No es más que un castillo de humo. Es inestable, y al menor susurro de traición, se desmoronará. Los soñadores están desesperados por soñar en paz, los Vigías buscan una manera de mantenerse relevantes, y yo… bueno, yo disfruto del caos en silencio.

Cada paso que dan es un riesgo. El equilibrio de Oniria pende de un hilo, y todos lo saben. En cualquier momento, cualquier facción de los Vigías podría decidir que el acuerdo no vale la pena, o que el poder debería concentrarse en manos más «merecedoras». Cuando eso suceda, todo volverá al caos. Me pregunto cuánto tiempo más podrán mantener este proceso en ejecución antes de que alguien decida interrumpir el ciclo.

Al final de la reunión, todos aceptaron la propuesta de Ana. O al menos, hicieron como si la aceptaran. La desconfianza estaba en el aire, palpable, mientras intercambiaban promesas que todos sabían que podrían quebrarse en cualquier momento. Detrás de cada mirada, era evidente que todos esperaban el primer movimiento en falso. ¿Cuánto durará esta paz? ¿Lunas? ¿Ciclos? Quizá no lo suficiente para evitar que el caos regrese a Oniria.

Sinceramente, espero que no dure demasiado. Los humanos tienen una habilidad especial para traicionarse entre sí, y los Vigías no son tan diferentes. Eso hace todo mucho más interesante. Y, además, sería una pena que mi pequeña rebelión terminara tan pronto.

Así que ahí están mis rebeldes, tratando de formar una alianza con los restos rotos de un antiguo orden. Los Vigías descontentos, fragmentados en su propósito, buscan desesperadamente encontrar un nuevo equilibrio, mientras Ana intenta mantener la calma en un terreno que podría desmoronarse en cualquier momento. Y mientras tanto, yo sigo observando desde las sombras, esperando el momento en que todo se rompa.

Porque, seamos honestos, ¿qué sería de Oniria sin un poco de caos?

 


 

🌌✨ ¡Feliz 2025, soñadores! 🎉 Espero que todos hayan disfrutado de sus vacaciones y estén preparados para un año lleno de aventuras oníricas.

¡Bienvenidos al primer capítulo del año! Y la pregunta es: ¿podrá Ana mantener la frágil paz entre soñadores y Vigías, o esta alianza precaria está destinada a romperse? 🔍 ¿Qué fuerzas ocultas acechan, esperando el momento perfecto para sumir a Oniria en el caos? Haz clic en seguir y comparte tus teorías aquí abajo. 👇 El próximo capítulo promete giros inesperados y decisiones que podrían cambiarlo todo… ¿Están listos para soñar más allá de los límites este nuevo año? 🌀🔑✨

Autor:
Oniri